Los marineros y su devoción a la Virgen del Carmen

En la Edad Media se alababa a la Virgen como ‘Estrella del Mar’, ya que los marineros dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con la Virgen María quien, como estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Con la invasión de los sarracenos, los Carmelitas tuvieron que abandonar el Monte Carmelo. Una antigua leyenda afirma que antes de partir, se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina, prometiendo ser para ellos su Estrella del Mar.

En el siglo XVIII, cuando ya era muy popular la fiesta de la Virgen del Carmen en España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra (1716-1797), impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía.

Fue a partir de entonces cuando la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo, por el de la Virgen del Carmen.

Desde entonces, son muchas las localidades, principalmente pesqueras, que celebran grandes procesiones marítimas con motivo de las Fiestas del Carmen. Se trata de trasladar a la Virgen desde la Iglesia hasta el puerto, donde es desembarcada para recorrer la costa, bajo la protección de los marineros y en honor de multitudes.

Todas las profesiones suelen tener un patrón o patrona cuya festividad celebran en algún día determinado. Los marineros festejan a nuestra Señora la Virgen del Carmen, y lo hacen con un fervor especial, tal vez por las características propias de su trabajo, sometido en muchas ocasiones a situaciones extremas de la mar.

Hay cuatro marinas que tienen a la Virgen del Carmen como su patrona: la Marina Deportiva y de Recreo, disfrutando del mar desde una perspectiva de ocio y competición; la Marina Mercante, transportando pasajeros y mercancías entre los puertos marítimos del mundo; la Marina de Pesca, arrancando los frutos de las entrañas del mar, casi siempre con gran sacrificio, no sólo físico, sino también en coste de vidas humanas; y la Marina Institucional (militar, Guardia Civil del Mar, Servicio de Vigilancia Aduanera…), cuidando de todos ellos, prestando ayuda humana o material, protegiendo las reservas biológicas, o garantizando que todas las demás marinas puedan desarrollar sus actividades en paz con nuestros vecinos.

Pero, ¿quién es la Virgen del Carmen, y porqué los marineros le profesan tanta devoción? Antes de introducirnos en la figura de la Virgen, conozcamos su historia y mitología:

El nombre Carmen procede de Carmelo, un monte situado en Haifa, una población del norte de Israel, en Galilea. Está enclavada en una cordillera situada sobre el Mar Mediterráneo, y su nombre en hebreo, Karmel, significa «viñedo de Dios», pues era esta una zona muy fértil cubierta de viñedos y vegetación. En el siglo IV a.C., un filósofo llamado Lamblichus describió el Monte Carmelo como «el más santo de todos los montes». La palabra transcendió sus fronteras, y así, en España, está representada en Granada por los famosos «Cármenes», unos espacios públicos o privados, cerrados, en parte huerto y en parte jardín.

En el monte Carmelo se inició la devoción a la Virgen del Carmen. En los capítulos 17 al 21, Libro Primero de los Reyes, de la Biblia, se describe la vida del Profeta Elías (año 850 a.C.). En ellos hay una cita que dice que las gentes de aquellas tierras de Haifa eran paganas, y adoraban al dios Baal. Elías, que predicaba los mensajes de Yahvé, ante una pertinaz sequía les propuso organizar un sacrificio en la ladera del Monte Carmelo, cada cual rezando a su respectivo Dios, con objeto de invocar la lluvia que hacía tres años que no aparecía. Los seguidores de Baal sacrificaron un novillo en medio de oraciones, pero sin obtener respuesta. Por su parte, Elías y sus acompañantes también tomaron otro novillo, y dice la leyenda que al poco tiempo fuego y grandes truenos cayeron sobre el altar que erigieron para el sacrificio. Los seguidores de Elías subieron a la cima de la montaña, y desde allí observaron que una pequeña nube ascendía desde el mar. De pronto se oscureció el cielo con nubes, arreció el viento y se hizo presente una lluvia abundante. En esa nube, la iglesia quiso reconocer la imagen anunciadora de la Virgen María, pues aun faltarían casi 900 años para su nacimiento.

Desde entonces muchas personas se reunían en el Monte Carmelo para orar y hacer penitencia, e incluso seguir una vida eremita. Estos religiosos que mostraban tanta devoción erigieron un templo en esa montaña, y la gente comenzó a llamarles los Carmelitas. Esa forma de vida y oración continuó mucho más tarde, a partir del siglo III, siguiendo el modelo de Jesucristo. Ya en el siglo XII, unos devotos de Tierra Santa escogieron a la Virgen María como su patrona, e instalaron en el mismo valle de sus antecesores la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo. Esta fue la cuna de la Orden de los Carmelitas, y el nacimiento de la advocación a Nuestra Señora del Carmen.

Uno de los célebres monjes carmelitas fue San Simón Stock; el sobrenombre «Stock» (en inglés «tronco») es debido a que, según la tradición, vivió muy austeramente durante 20 años en el interior del tronco de un roble. Simón, gran devoto de la Virgen, siempre le pedía un privilegio para su orden religiosa. Tras numerosas súplicas, un 16 de julio de 1251 se le apareció la santísima virgen, entregándole con sus propias manos el escapulario, hábito que pasaría a ser su distintivo.

Este símbolo prometía ayudas muy especiales a quien lo portase como un acto de devoción a la Virgen, así como deseo de conversión a una vida más santa. A partir de esa fecha, la congregación de los Carmelitas adopta la conocida figura de la Virgen del Carmen: La Madre y el Niño aguantando el escapulario.

En el siglo XVII, el Papa Pablo V fijó el 16 de julio como la fecha para la festividad de Nuestra Señora la Virgen del Carmen.

Existen variadas narraciones de supuestos milagros atribuidos a la Virgen del Carmen. Se relata a continuación uno muy significativo relacionado con su escapulario:

En el verano de 1845 el barco inglés, «Rey del Océano» se hallaba en medio de un feroz huracán. Las olas lo azotaban sin piedad y el fin parecía cercano. Un ministro protestante llamado Fisher en compañía de su esposa e hijos y otros pasajeros fueron a la cubierta para suplicar misericordia y perdón.

Entre la tripulación se encontraba el irlandés John McAuliffe. Al mirar la gravedad de la situación, el joven abrió su camisa, se quitó el Escapulario y, haciendo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas, lo lanzó al océano. En ese preciso momento el viento se calmó. Solamente una ola más llegó a la cubierta, trayendo con ella el Escapulario que quedó depositado a los pies del muchacho.

Durante lo acontecido el ministro había estado observando cuidadosamente las acciones de McAuliffe y fue testigo del milagro. Al interrogar al joven se informaron acerca de la Santísima Virgen y su Escapulario. El Sr. Fisher y su familia resolvieron ingresar en la Iglesia Católica lo más pronto posible y así disfrutar la gran protección del Escapulario de Nuestra Señora.

La vinculación de la Virgen del Carmen con los hombres y mujeres de la mar

Ya en la Edad Media, se asumía que María significaba «estrella del mar», en latín «Stella Maris». El propio general de la orden de los Carmelitas, San Simón Stock, aclamaba a María como «Estrella del Mar» y «Flor del Carmelo», definición igualmente seguida por muchos otros carmelitas. Así, a San Simón se le atribuye la siguiente plegaria:

«Flor del Carmelo Viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda, singular. ¡Oh Madre tierna, intacta de hombre, a todos tus hijos proteja tu nombre, Estrella del Mar!.

En España, las fiesta de la la Virgen del Carmen ya eran muy populares entre los marineros con anterioridad al siglo XVIII, pero fue en este siglo cuando el almirante Antonio Barceló Pont de la Tera (1718-1797), fomentó esta celebración entre la marinería a su cargo. Paulatinamente, la Marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo por el de la Virgen del Carmen. Por Real Orden de 19 de abril de 1901 fue proclamada la Virgen del Carmen como patrona de la Armada Española.

En varios países de hispanoamérica la Virgen del Carmen es venerada. Algunos grupos de profesiones, como los transportistas, y también cuerpos militares, la han adoptado como patrona. En España, los marineros de pesca suelen llevar la iniciativa en la organización de los festejos a la patrona, pues no obstante, de todas las marinas, son el colectivo que más vidas ha dejado en el mar, si exceptuamos la Marina militar en tiempos de guerra.

La patrona, es para los marineros de pesca la más hermosas de las vírgenes, y probablemente la más venerada. Cuando llega el día, los marineros engalanan sus embarcaciones con flores, cintas y banderas de señales, y tras llevar en procesión a la Virgen por las calles, la embarcan y conducen unas cuantas millas en el mar, para que bendiga las aguas, que es donde ejercen su trabajo y dejan su vida, todo ello en un ambiente de gran emoción, rodeada de numerosas embarcaciones de todo tipo, igualmente engalanadas, que no dejan de hacer sonar bocinas y sirenas, en una manifestación de orgullo y alegría.

En los actos religiosos se desborda también mucha emoción y sentimiento hacia la Virgen del Carmen. Es el día en que muchas personas le hacen ofrendas, y le piden protección para los familiares que se encuentran ausentes en la mar, para que regresen sin novedad. También es tiempo de orar por aquellos que desaparecieron o que no regresaron con vida.

Todos estos actos suelen cerrarse cantando el coro la Salve marinera, acompañado por todos los presentes. Se trata de una composición muy emotiva, cuyo texto evoca la pureza y hermosura de la Virgen, y el símbolo de unión de todos los marinos.

Dice así:

Salve, estrella de los mares,
de los mares iris de eterna ventura
salve, oh fénix de hermosura
madre del Divino Amor.

De tu pueblo, a los pesares
tu clemencia de consuelo
fervoroso, llegue al cielo,
y hasta Ti, hasta Ti nuestro clamor.

Salve, Salve, estrella de los mares
Salve, estrella de los mares
Sí, fervoroso llegue al cielo
y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor.

Salve, salve, Estrella de los mares
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.

La Marina militar celebra igualmente esta festividad, y colabora en muchas ocasiones conjuntamente con la Marina de pesca en la organización de los actos. El día de la fiesta, los marinos militares visten su uniforme blanco de gala, como blanca es la pureza de su patrona, y colocan en el pecho las condecoraciones, de hecho es una de las pocas celebraciones en que tienen el orgullo de exhibirlas. Naturalmente, se engalanan los buques que están en puerto, y ese día toda la dotación recibe una comida especial.

En la mar, la Marina militar nunca olvida su devoción a la Virgen del Carmen, y así, todos los días, al ocaso, cuando el Sol se oculta dejando a los barcos y sus dotaciones en brazos de las tinieblas, desde el puente de mando, con la imagen cercana de la Virgen o con ella en el pensamiento, se reza a Dios una oración, corta pero muy sentida, que dice así:

Tú que dispones
de viento y mar,
haces la calma,
la tempestad.
Ten de nosotros,
Señor, piedad,
piedad, Señor,
Señor, piedad.

A continuación se da las buenas noches a toda la dotación, y así hasta un nuevo día, al amparo de Nuestra Señora la Virgen del Carmen.

En la Edad Media se alababa a la Virgen como ‘Estrella del Mar’, ya que los marineros dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con la Virgen María quien, como estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Con la invasión de los sarracenos, los Carmelitas tuvieron que abandonar el Monte Carmelo. Una antigua leyenda afirma que antes de partir, se les apareció la Virgen mientras cantaban el SalveRegina, prometiendo ser para ellos su Estrella del Mar.

En el siglo XVIII, cuando ya era muy popular la fiesta de la Virgen del Carmen en España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de laTerra (1716-1797), impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía.

Fue a partir de entonces cuando la marina española fue sustituyendoel patrocinio de San Telmo, por el de la Virgen del Carmen.

Desde entonces, son muchas las localidades, principalmentepesqueras, que celebran grandes procesiones marítimas con motivo de las Fiestas del Carmen. Se trata de trasladar a la Virgen desde la Iglesia hasta el puerto, donde es desembarcada para recorrer la costa, bajo la protección de los marineros y en honor de multitudes.

La Virgen del Carmen es también protectoras de las animas benditas, almas en pena que vagan por la tierra. Se dice que cada petición que se le hace a las animas es cumplida en el tiempo que ellas estimas o creen oportuno. Se le reza tres ave María y después de las tres oraciones se pide el deseo y se impone la penitencia. Estas no dan nada sin recibir algo a cambio. Y sobre todo ahí que tener cuidado, ya que si ellas cumplen su promesa y no reciben a cambio su recompensa se vengan, te avisan tres veces y su venganza suele ser quitando te o dañando te en lo que más quieres. Una vez que ellas te han cumplido y tu has cumplido con ellas, se dice que se libera un alma atrapada.

También se le reza la siguiente oración.

¡OH! MIS TRECE ANIMAS BENDITAS A USTEDES PIDO POR EL AMOR DE DIOS QUE MI RUEGO SEA ATENDIDO.
MIS TRECE ALMAS BENDITAS A USTEDES PIDO POR LA SANGRÉ QUE JESÚS DERRAMO, QUE MI RUEGO SEA ATENDIDO, MI SEÑOR JESUCRISTO QUE A USTEDES PROTEGE, ME CUBRA CON SUS BRAZOS Y ME PROTEJA CON SUS OJOS.
OH DIOS DE BONDAD, TU QUE ERES MI DEFENSOR EN LA VIDA Y EN LA MUERTE, PIDO QUE ME LIBRES DE LAS DIFICULTADES QUE ME AFLIGEN (PIDE TUS NECESIDADES: MATERIALES, ESPIRITUALES, AFECTIVAS).
SI ME CUMPLEN LO QUE DESEO, PROMETO QUE QUEDARÉ DEVOTA(O) DE USTEDES Y MANDARÉ A PUBLICAR SU ORACIÓN Y REZARE TRECE PADRE NUESTROS Y 13 AVE MARÍAS, DURANTE TRECE DÍAS.

Esta oración es muy eficaz, si la rezas con fe y da buenos resultados. Después enciende una vela blanca y se encomienda las a las 13 animas benditas y tu ruego, petición será concedido.

Esto me recuerda una historia que me contó mi madre.

Cuenta mi madre que estaban pasando una mala época, su abuela, o sea mi bisabuela, tenía mucha fe en la virgen del carmen y las animas benditas, así que le pidió con mucha fe que le ayudara. Fueron pasando los días y a la pobre se le olvido por completo la promesa que hizo por aquello que había sido concedido. Un día salió a labra las sabanas a la puerta de la casa, como se hacía antiguamente. Estaba frotando las sabanas en su barreño y tendiéndolas, cuando escucho una voz que la llamaba. Cuando se giro vio a una persona con una túnica negra y una mano huesuda que la iba a tocar. Se dio un susto de muerte, le contó lo que había pasado a mi abuela, pero ella no creyó a su madre, así que fueron a recoger las sabanas. Cuando llegaron las sabanas estaban hechas tiras.Las dos se miraron y mi abuela le dijo a mi bisabuela «mama¿tu no le pediste algo a las animas?» entonces recordó su promesa y fue en seguida a cumplirse la. Mi madre dice que ese aviso fue más que suficiente, no hizo falta que llegaran los otros dos.

Una forma de amistarse con ella, es regalándole rosas amarillas, el color de la amistad.

En la Edad Media fue muy común llamar a la Virgen María «stella maris», la estrella del mar. Los carmelitas a la vez que llamaron a María la «Flor del Carmelo» -ellos nacieron como orden religiosa en el Monte Carmelo- la invocaron como la «Estrella del Mar». Así se dirigió a la Virgen San Simón Stock para pedirle la protección sobre los carmelitas: Flor del Carmelo Viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda, singular. ¡Oh Madre tierna, intacta de hombre, a todos tus hijos proteja tu nombre, Estrella del Mar!.

Como Estrella del Mar es conocida la Virgen del Carmen por los marineros. En el siglo XVIII, cuando ya era muy popular la fiesta de la Virgen del Carmen en España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra impulsó la celebración de su fiesta entre los marineros que él mandaba. A partir de este momento, y en un proceso lento, la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo por el de la Virgen del Carmen, y es que como canta la copla popular por encima de las olas van españolas galeras, y la Virgen del Carmelo es su mejor timonera. A lo largo del siglo XIX también los pescadores toman a la Virgen del Carmen como patrona, aunque muchos siguen invocando el patrocinio de San Pedro, y lo mismo sucede con la marina mercante. El 19 de abril de 1901 por una una Real Orden se proclama oficialmente a la Virgen del Carmen como patrona de la Marina de España. Esta disposición, refrendada por las firmas de la entonces Reina Regente, doña María Cristina de Habsburgo, y de su ministro de Marina, don Cristóbal Colón, duque de Veragua, decía queSu Majestad el Rey (q.D.g.) y en su nombre la Reina Regente del Reino, se ha servido disponer sea declarada Patrona de la Marina de Guerra la Santísima Virgen del Carmen, que ya lo es de hecho de todos los navegantes.

Lo mismo que  los carmelitas muchos escritores antiguos llamaron a la Virgen Estrella del Mar, entre otros San Isidoro de Sevilla,  Alcuino de York y Pascasio Radberto, quien en el siglo IX escribía que María es la Estrella del Mar a la que debemos seguir con nuestra fe y comportamiento mientras damos tumbos en el mar proceloso de la vida. Ella nos iluminará para creer en Cristo nacido de ella para salvación del mundo. San Bernardo, el gran impulsor de la devoción mariana en el siglo XII,   dedicó a la Virgen,  invocada como Estrella del Mar, el siguiente texto: Si se levantan los vientos de la tentación: si te arrastran hacia los acantilados de la desesperación… mira la estrella; invoca a Maria. Si están a punto de ahogarte las olas de la soberbia, la ambición, la envidia, la rivalidad, mira a la Estrella; invoca a María, Estrella de la Mañana.

6 Respuestas a “Los marineros y su devoción a la Virgen del Carmen

  1. hermoso testimonio, gracias Madre de Jesus, virgen santa; por interceder siempre por esta humanidad que esta tan mal, ruega madre mia por todos siempre!

  2. Pingback: Los números de 2010 | NTRA.SRA. DEL CARMEN. ROTA CADIZ

  3. VIRGEN DEL CARMEN EN TUS MANOS COLOCO J.GONZALO QUE NACIO EL DIA 16 DE JULIO TIENE DE EDAD 16 . QUE DIOS LO ILUMINE PARA QUE TERMINE EL COLEGIO Y SIGA LA UNIVERSIDAD. Y CONSIGA BUENA AMISTADES . PARA QUE LO DEJEN TERMINAR LOS ESTUDIOS. . PROTEJALO EN EL HOGAR EN EL COLEGIO Y TODO LUGAR. DE ESTA VIDA. EN COLOMBIA. SANTA ROSA DE CABAL. PIDO MILES DE ORACIONES AL CIELO

  4. En lazos de amor mariano amamos la virgen del Carmen anqué no somos carmelitas, nos consagramos por método de monfort y no somos monfortianos , portamos la medalla de la milagrosa anqué no somos vicentinos, llevamos en nuestros rosarios la medalla de san Benito anqué no somos benedictinos en nuestro logo llevamos el monograma IHS anqué no somos jesuitas amamos la formación doctrinal aunque no somos del opus dei , vivimos la fe como milicia anqué no somos legionarios simplemente somos lazos de amor mariano, simplemente somos católicos

  5. Gracias Virgencita por habernos protegido mientras navegamos por el mundo, por seguir protegiéndomos mientras guiamos las naves através de los mares. Ilumina nuestros horizontes para siempre llegar a puerto seguro.
    Amén.

  6. Idalia Rojas Lopez

    Oremos en unidad por el Amor , La Paz y la Restauración de Nuestra Iglesia local , necesitamos más cristianos comprometidos , con hermandad cristiana de hombres , mujeres , jóvenes y niños . Bendiciones para todos 🙏

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